¿ HADAS, DUENDES, NOMOS ...?
Hace muchos años siendo una jovencita como de quince años, nos mudamos a una casa que rentamos.
A poco tiempo de vivir ahí cada miembro de la familia escuchaba y veía cosas un poco raras. por ejemplo: Las cortinas se abrían y cerraban en la noche cuando todos estábamos en nuestra cama descansando.
En un cuarto dormían dos de mis hermanas en el otro mi mamá y yo. Entre cuarto y cuarto pusimos una cortina. mirábamos como se movían y que pasaban gente pequeña porque se escuchaban risas como de niños que pasaban jugando.
Mi hermano el menor empezó a perder el apetito y se sentía obligado a la hora de comer a dejar un poco de comida en su plato, decía que alguien le decía que le dejara un poquito.
Siempre nos gusto tener gallinas y guajolotes los que dando las doce del día llegaban hasta la cocina patinando con las patitas hacia arriba como que algo les espantara..
La verdad nunca sentimos miedo, pero por las dudas nos mudamos a otra casa.
Hasta el día de hoy nos seguimos preguntado que o quienes eran aquellos pequeños seres que vivían en aquella casa. Lo bueno de todo es que todos nos volvimos más religiosos.